viernes, 10 de agosto de 2012
Semiótica de los mensajes cinematográficos
El negocio del cine
De acuerdo con el actual sistema de producción de películas, por lo general, cada uno de los seis estudios más importantes (Columbia, Paramount, 20th Century-Fox, MCA/Universal, Time Warner y Walt Disney) produce menos de 20 películas al año. El resto proviene de productores independientes, cuya producción, inversión, distribución y exhibición son realizados por compañías diferentes. La mayor parte de las películas producidas en forma independiente son distribuidas por uno de los seis grandes estudios.
En la actualidad, los vendedores de sueños se enfocan en los compradores jóvenes.
Actualmente, casi la mitad de los espectadores cinematográficos es menor de 30 años.
Por ello los éxitos de taquilla más importantes son películas que atraen a este público más joven, como George of the Jungle. Las películas para adultos como The English Patient (El Paciente Inglés), algunas veces son exitosas, pero las películas que encabezan la lista de taquilla por lo general son las que captan el público de menos de 30 años.
En la actualidad las películas son creación de un grupo (escritores y productores) patrocinadas por otro grupo (los inversionistas), vendidas a un tercer grupo (los distribuidores) y presentadas por un cuarto grupo (los exhibidores). Ninguna otra industria de medios masivos de comunicación está tan fragmentada.
Pérdida de dinero: caen las ventas de boletos
En 1946, el mejor año de la cinematografía, los cines estadounidenses vendían más de 4 mil millones de boletos. En la actualidad, a pesar de que más personas ven películas en video, el número de entradas vendidas ha disminuido a aproximadamente mil millones. Los exhibidores piensan que si aumentan sus precios de admisión, perderán más espectadores. Ésta es la razón por la que los exhibidores cobran tanto por los refrescos, que es de donde obtienen de 10 a 20% de sus ingresos. Con un público que se reduce y menos películas exitosas, los estudios se quejan de que pierden dinero en la mayor parte de las películas que suscriben. Los productores señalan que los estudios obtienen ganancias exorbitantes por las películas que distribuyen, lo cual aumenta sus costos de realización.
Actualmente, las películas, al igual que muchos otros medios de comunicación, son parte de una propiedad corporativa, lo que implica que lo más importante es la lealtad de los accionistas. Los estudios tienden a seleccionar los proyectos más seguros ya buscar ideas que han probado ser del gusto del público en vez de correr riesgos.
Una manera en que la industria puede predecir sus ingresos es haciendo películas para la televisión. La mitad de las películas que se producen cada año se hacen para la televisión y son producidas por las redes. Las ventas y rentas de videos también generan utilidades confiables.
Dos factores de importancia para fundamentar el futuro de la industria cinematográfica son la venta de derechos subordinados y los avances de la nueva tecnología.
Ganando dinero: venta de derechos subordinados
En 1950, la entrada al cine costaba alrededor de 50 centavos de dólar. Hoy día, aún se puede ver una película por el mismo precio si se renta un video por 2 dólares y se invita a cuatro amigos para verlo juntos. La explosión de las ventas y rentas de videos desde que comenzó a venderse la VCR en 1976 ejerce un poderoso efecto sobre la forma en que opera el negocio de la cinematografía en nuestros días . La venta de películas para video es una parte del mercado de derechos subordinados.
El costo promedio de la realización de una película cinematográfica (en comparación con una película realizada para la televisión) es de 36 millones de dólares, y sólo dos de cada diez de ellas logran obtener ganancias" Algunas películas obtienen mucho dinero", dice David V. Picker, "pero muchas de ellas no lo hacen." Antes de comenzar la filmación de una película, los inversionistas deben constatar que recuperarán su capital. Pueden asegurarse derechos subordinados para garantizar la rentabilidad sobre su inversión. Los derechos subordinados pueden incluir:
.Pago de derechos de televisión
.Derechos de televisión de red
.Derechos de sindicalización (ventas a estaciones de TV independientes)
.Derechos de aerolínea para películas en vuelos
.Derechos militares (para presentar películas en bases militares)
.Derechos universitarios (para presentar películas en campos universitarios)
.Derechos de canciones para álbumes de la pista sonora
.Derechos de edición de libros (para guiones originales que se pueden reescribir y vender como libros )
Asimismo, se comercializan más las películas que se vinculan con los productos.
Además, los productos son otra manera de hacer publicidad a una película. Una película que se puede explotar como un paquete de derechos subordinados, con atractivo comercial, es mucho más interesante para un inversionista que una película con potencial limitado.
Con frecuencia, la única opción para un realizador que quiere hacer una película que no tiene derechos subordinados es arriesgar un presupuesto bajo. Una vez que se hace la película, el realizador independiente debe encontrar una manera de distribuirla.
Todo lo anterior limita severamente el número de películas independientes que tienen éxito de taquilla.
Signos y códigos del mensaje cinematográfico.
La imagen de un objeto, persona o lugar tendrá una dimensión denotativa. Todas las imágenes están relacionadas con los procedimientos disponibles del cine como son con la posición y el ángulo de la cámara, la posición de los objetos y personas, el uso de las luces, los colores y el sonido. Las películas pueden ser analizadas para descubrir la relación entre signos y la manera en que están combinados para crear diferentes significados.
Christian Metz describe al cine como la manera de utilizar códigos y que estos interactúen en las películas en formas particulares. Algunos de los códigos utilizados son la edición, luces, monocromático o colores, el sonido y la composición. Además de que existen los sub-códigos y que hace más grande el sistema de códigos. Umberto Eco creía que el sistema de códigos tenía como propósito el explicar un proceso textual y que no puede ser visto con un significado particular como elemento de un texto.
Existe un gran rango de connotaciones que se utilizan en las películas, como es el blanco y negro que recrea una película que fue en el pasado o una recreación nostálgica que con color no puede trasmitir. La posición de la cámara determina la posición que se le va a ofrecer al espectador y tiene una inmensa importancia en las películas.
El uso de las luces es también utilizado para representar la luz natural que connota realismo. Hay muchas técnicas de luces utilizadas. El sonido es también representado por signos, que puede ser palabras o frases musicales que se representan en sincronía con situaciones visuales de las películas. La música comunica emoción directamente con la audiencia y construye una comunidad de sentimientos basados en la respuesta de cada miembro de la misma. Las películas en una diversa colección de elementos visuales, auditivos y signos gráficos que el espectador percibe usando su conocimiento de códigos y signos.
La narrativa cinematográfica
El cine es una industria y sólo tiene razon de ser en la medida en la que se dirige a un público. Las películas, comenta Kawin (1992), trabajan primeramente con acción y emoción. A lo que comúnmente llamamos "historia" se le describe correctamente como narrativa. Las películas narrativas cuentan historias que pueden ser tanto una serie de eventos ficticios como relatos de historias reales. Bordwell y Thompson definen a la narrativa como una "cadena de acontecimientos con relaciones causa-efecto que transcurren en el tiempo y el espacio"
Con frecuencia una narrativa comienza con una situación, luego ocurren una serie de cambios de acuerdo con u modelo de causa y efecto que darán lugar a una situación nueva, masma que conducirá al final de la narrativa. Así los componentes primordiales de la narrativa son: causalidad, tiempo y espacio, aunque también pueden guiar la película otros principios formales como el paralelismo, en donde se ofrece una similitud entre diferentes elementos.
El sentido de la narrativa se adquiere mediante la identificación de sus eventos y el relacionarlos tanto por su causa y efecto como por su tiempo y espacio. La trama y discurso, son conceptos disntintos; se define a la trama como el conjunto de todos los eventos de una narración, tanto aquellos explícitamente presentados como los que infiere el espectador; el discurso, por otro lado, se refiere a la descripción de todo lo presentado visual y auditivamente ante nosotros en una película, aquí se incluyen todos aquellos acontecimientos de la historia descritos de manera explícita. La historia va más allá del argumento al sugerir sucesos que en realidad nunca atestiguamos, a la vez que es construida en la mente del espectador con base en las claves presentadas por el argumento.
La narración es un proceso dinámico, existe una diferencia entre la historia que es representada y la representación de la forma real que el perceptor encuentra. La historia comprende la acción como una cadena cronológica causa y efecto de eventos que ocurren dentro de una duración dada y en un campo espacial determinado. Los perceptores crean un esquema de la narrativa a través de supuestos e inferencias, misma que se presenta como un resultado de la elección de señales o indicaciones narrativas, tanto aplicando esquemas como construyendo y probando hipótesis. El observador construye la fábula con base en esquemas prototípicos, entre otos esquemas. La fábula de una película nunca está materialmente presente en la pantalla o en el audio, puede ser adivinada pero no se ofrece tan cual al espectador.
Al estilo, por otro lado, moviliza componentes de técnicas fílmicas de acuerdo a ciertos principios de organización; es el uso sistemático de técnicas cinemáticas como el mise-en-scéne, la cinematografía, la edición y el sonido. De esta manera, el argumento y el estilo coexisten en una película narrativa tratando cada uno distintos aspectos de mismo proceso. Los efectos particulares que se den en los espectadores dependerán de cómo el argumento se encargue de presentar la fábula.
Géneros fílmicos
El cine cómico
La comedia
El cine del Oeste
El cine negro
El cine musical
El cine de terror
El cine de ciencia-ficción
El melodrama
El cine histórico
El cine de aventuras
El documental
La animación
El público de cine
1-El tertuliano
La sala y sus sufridos ocupantes se convierte por obra y gracia de estos inspirados desaprensivos en el escenario ideal para compartir sus redundantes observaciones, atribuladas dudas y especulaciones argumentales. El paso de compartir proyección en la sobremesa de sus casas con algún sufrido familiar a ampliar audiencia con los desdichados espectadores que tuvieron la desgracia de acabar en la misma sesión, es tentador, y “el tertuliano” cree dar así un salto cualitativo en su repercusión en la vida, algo que hace que le valga mucho la pena el precio de la entrada (y devalúa la propuesta para quienes le acompañan).
Matemáticamente, quien anda tan ajustado de luces y de sentido del protocolo también suele deleitar con comentarios especialmente absurdos que hacen que el cinéfilo purista crea en la conveniencia de apostar sendos francotiradores, uno a cada lado de la pantalla, para acabar con su crispante existencia así como con la de aquellos que no dudan en conversar telefónicamente durante la proyección (desgraciadamente, ambos suelen coincidir en una sola figura).
Película favorita: cualquiera vale, lo importante no es la película, sino sus comentarios
2-El perspicaz hiperrealista
A menudo entroncando con el anterior, incapaz del mismo modo de contener sus sagaces observaciones en su fuero interno, el “perspicaz hiperrealista” básicamente percibe las cosas falsas que suceden al otro lado de la pantalla, y bien que hace, porque cierto que real no es. La cosa es que esto es cine: realidades como mínimo alternativas. Él, no obstante, se toma esa “afición” del cine hacia la ficción como una ofensa al sentido común o a lo que podríamos llamar, con mayor o menor generosidad, su particular inteligencia. Ver a Spiderman partiendo el viento colgado de una telaraña o atender a persecuciones explosivas le hace vociferar en tono jocoso-iracundo por el hecho de que con aquello crea le están tratando de dar gato por liebre.
Película favorita: ninguna, lo suyo serían los documentales pero por algún motivo ha acabado visitando el cine. Aún así dice que el dogma le fascina, aunque tiene tendencia a dormirse en la sala.
3-El soñador irredimible
Nunca comprenderá la manía de, empezada proyección, anular las luces en clara invitación a su somnolencia. Sus dos horas de sueño se cobran a precio de oro, si bien atendiendo la profundidad de su descanso, en algunas películas es posible que le salga rentable. Si limita sus ronquidos, no habla entre sueños ni se asusta al abrir los ojos y contemplar alguna escena impactante en pantalla, podría tratarse del compañero ideal.
Película favorita: la Bella Durmiente, pero es un decir. Cualquiera le vale por su admirable compromiso con el sueño, sea de Steaven Seagal, el más apropiado cine histórico, o la decimoquinta parte de Viernes 13.
4-La eternamente enamorada... en el cine
Víctima de los clichés de guión de las comedias románticas (su género favorito, aunque sufre desmedidamente en sus obligadas fases de tensión pre-desenlace), su vida le ha llevado a buscar un emparejamiento igual de edulcorado, apasionado, entregado y, ante todo, imposible en la vida real. Recientemente un estudio cifraba los males del cine romántico a la hora de configurar las parejas y crear expectativas, que en el caso de la espectadora que nos ocupa (con perdón a los fundamentalistas igualitarios: también habrá varones así de “sensibles”), la lleva a buscar pareja con elevadas expectativas en su juventud, para acabar en un culebrón de segunda cuando pasado el arroz fuerza el enamoramiento ante un generoso bajón de listón (o en terminología cinéfila, de casting).
En una película pide poco: vale con un encuentro repentino con sonrisas, varios te-quiero-por-ti-moriría, una reaparición súbita bajo la lluvia con canción popera casposa, y el mentado momento de resolución tras la duda que escondeel obvio desenlace (que sólo confundiría a quien se perdió cosas básicas en las lecciones de Barrio Sésamo). En el fondo da igual si el resto de los guiones se limita a reproducir diálogos entre marsupiales: la convencida embelesada atenderá a poco más, su sensible corazón (o mente perturbada, cosa de opiniones) estará entregada desde el primer acto.
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